FUERTES EXTERIORES DE LA FORTIFICACION DE BADAJOZ |
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Cuatro eran los fuertes que defendian la ciudad abaluartada desde el exterior. El de San Cristóbal, situado en la margen derecha del Guadiana era el más importante de todos, puesto que desde su ubicación sobre el cerro de la Orinaza, domina la ciudad. El de la Cabeza del Puente, cerraba y protegía la salida del mismo, en el camino de Portugal. Defendiendo la zona mas débil de la plaza, frente a la Puerta del Pilar se encontraba el desaparecido fuerte de Pardaleras. Completaban el recinto exterior el Revellín de San Roque y el Fuerte de la Picuriña, también conocido como del Príncipe. |
Se encuentra situado sobre el cerro de la Orinaza, lugar elegido en un principio por Ibn Marwan para ubicar la ciudad de Badajoz. Sus obras se iniciaron en el siglo XVII, como parte de un proyecto para fortalecer las defensas de la plaza. Está compuesto por dos pequeños baluartes unidos por una cortina defendida al norte por una hermosa luneta o revellín. Al sur, dos semibaluartes se encuentran unidos a la gola. Un amplio foso rodea la fortificación. Tras la conquista de la plaza por los franceses en 1811, se levantó al norte (sobre una loma próxima) la luneta Verlé hoy desaparecida. Un camino cubierto unía el fuerte de San Cristóbal con el hornabeque de la Cabeza del Puente. Ultimamente han culminado las obras de restauración de este enclave, que nos ha sido devuelto luciendo todo su esplendor. La reabilitación de sus defensas ha sido un acierto total, siendo digno de admirar el especto que ofrecen sus baluartes, fosos, camino cubierto y revellín. En el interior de la fortaleza ha sido instalado un Centro de Interpretación, que relata de forma magnífica la historia y visicitudes del Fuerte y su relación con otras obras abaluartadas de la Raya hispano portuguesa. |
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EL FUERTE
ANTES DE SU RECIENTE REHABILITACIÓN |
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FUERTE DE LA TRINIDAD O REVELLÍN DE SAN ROQUE | ||
El Revellín de San Roque (o fuerte de la Trinidad) defendía la Puerta del Pilar y estaba unido por un camino cubierto con el Fuerte de la Picuriña. El espacio situado entre este enclave y el resto de la fortificación se podía inundar, para lo que durante el sitio de 1812 se levantó una presa aguas abajo del Rivillas, elevándose unos metros el nivel del arroyo. Este espacio ha sido parcialmente rehabilitado, limpiándose el foso y reordenándo el patio interior. No se han recuperados el camino cubierto, los traveses, ni las garitas. | ||
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FUERTE DE PARDALERAS Junto con el de San Cristobál eran las dos fortalezas más importantes que defendían la ciudad desde el exterior. Sufrió muy graves daños durante el asedio previo a la toma de Badajoz por los franceses, al ser bombardeado desde la ciudad por el general Menacho. Una vez que el Ministerio del Ejército entregó las fortificaciones al Ayuntamiento, fué uno de los espacios defensivos que más pronto sufrió el abandono y la ruina. Sobre sus piedras, y coincidiendo prácticamente con el trazado de su planta, se levantó la Prisión de Badajoz y más tarde, el actual Museo Hispano Americano de Arte Contemporáneo (M.E.I.A.C.) |
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FUERTE DEL PRÍNCIPE O DE LA PICURIÑA Este fuerte protegía el camino de Andalucia y los acsesos del sur, defendiendo principalmente los baluartes de la Trinidad y de Santa María. La toma de este reducto por las tropas sitiadoras del Mariscal Wellington en el sitio de 1812, le permitió situar en este punto su base logística y de ataque artillero. Desde este fuerte bombardeó duramente los indicados baluartes y su cortina intermedia, hasta conseguir penetrar en la plaza, tras abrir brechas y sufrir más de 3.000 bajas. Hoy apenas una piedras y algunas dependencias, son el exponente de otro núcleo de nuestro patrimonio extérilmente destruido. |
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HORNABEQUE DE LA CABEZA DEL PUENTE La Cabeza del Puente estaba protegida por un fortín triangular, con la gola cerrando la salida del Puente y dos pequeños baluartes unidos por una cortina central. En este muro fue abierta una brecha avanzado el siglo XX, para dar paso al camino que unía la ciudad con la nueva estación de ferrocarril. Originariamente el puente de Palmas tenía cerrado su acceso directo y estaba cortado por el foso del fuerte y su cortina. La salida al exterior se efectuaba bajando la rampa que desciende a la Puerta de San Vicente, no existiendo entonces los últimos arcos del puente, que son de construcción moderna. En la actualidad se está finalizando la rehabilitación de este hornabeque, del que se han recuperando la mayoría de sus elementos, en un trabajo ejemplar y único en las actuaciones sobre la fortificación abaluartada de la ciudad. |
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FUERTE DE SAN CRISTOBAL | Rastros, o restos de la líneas defensivas de las Cuestas de la Orinaza | |
FUERTE DE LA TRINIDAD (O DE SAN ROQUE) | RESTOS DEL FUERTE DE LA PICURIÑA | ANTIGUO SOLAR DEL FUERTE PARDALERAS |
Antonio García Candelas ![]() |
Fotografías propiedad del autor. |
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